قُل لِّلۡمُؤۡمِنِينَ يَغُضُّواْ مِنۡ أَبۡصَٰرِهِمۡ وَيَحۡفَظُواْ فُرُوجَهُمۡۚ ذَٰلِكَ أَزۡكَىٰ لَهُمۡۚ إِنَّ ٱللَّهَ خَبِيرُۢ بِمَا يَصۡنَعُونَ
Diles a los creyentes (¡oh, Muhammad!) que bajen la vista (ante lo que se les ha prohibido mirar[1]) y que protejan sus partes íntimas de la indecencia. Eso es más puro para ellos. Ciertamente, Al-lah está bien informado de lo que hacen.
1- Como mirar intencionadamente a una mujer que no sea la esposa, con o sin deseo, o mirar las partes del cuerpo comprendidas entre el ombligo y las rodillas de una persona del mismo sexo, así como todo aquello que pueda llevar a cometer un acto indecente, pues una mirada puede provocar malos pensamientos.
وَقُل لِّلۡمُؤۡمِنَٰتِ يَغۡضُضۡنَ مِنۡ أَبۡصَٰرِهِنَّ وَيَحۡفَظۡنَ فُرُوجَهُنَّ وَلَا يُبۡدِينَ زِينَتَهُنَّ إِلَّا مَا ظَهَرَ مِنۡهَاۖ وَلۡيَضۡرِبۡنَ بِخُمُرِهِنَّ عَلَىٰ جُيُوبِهِنَّۖ وَلَا يُبۡدِينَ زِينَتَهُنَّ إِلَّا لِبُعُولَتِهِنَّ أَوۡ ءَابَآئِهِنَّ أَوۡ ءَابَآءِ بُعُولَتِهِنَّ أَوۡ أَبۡنَآئِهِنَّ أَوۡ أَبۡنَآءِ بُعُولَتِهِنَّ أَوۡ إِخۡوَٰنِهِنَّ أَوۡ بَنِيٓ إِخۡوَٰنِهِنَّ أَوۡ بَنِيٓ أَخَوَٰتِهِنَّ أَوۡ نِسَآئِهِنَّ أَوۡ مَا مَلَكَتۡ أَيۡمَٰنُهُنَّ أَوِ ٱلتَّـٰبِعِينَ غَيۡرِ أُوْلِي ٱلۡإِرۡبَةِ مِنَ ٱلرِّجَالِ أَوِ ٱلطِّفۡلِ ٱلَّذِينَ لَمۡ يَظۡهَرُواْ عَلَىٰ عَوۡرَٰتِ ٱلنِّسَآءِۖ وَلَا يَضۡرِبۡنَ بِأَرۡجُلِهِنَّ لِيُعۡلَمَ مَا يُخۡفِينَ مِن زِينَتِهِنَّۚ وَتُوبُوٓاْ إِلَى ٱللَّهِ جَمِيعًا أَيُّهَ ٱلۡمُؤۡمِنُونَ لَعَلَّكُمۡ تُفۡلِحُونَ
Y diles a las creyentes que bajen la vista (ante lo que se les ha prohibido mirar[1]), que protejan sus partes íntimas de la indecencia y que no muestren (su cuerpo ni) los adornos que lleven excepto aquello que asome (de manera no intencionada)[2]. Y que se cubran con los velos (desde la cabeza) hasta el pecho. Y que no muestren su atractivo salvo a sus esposos, a sus padres, a sus suegros, a sus hijos, a los hijos de sus esposos, a sus hermanos, a los hijos de sus hermanos o hermanas, a las mujeres musulmanas, a los esclavos y esclavas que posean, a los sirvientes carentes de deseo sexual y a los niños pequeños que aún no sienten interés por las mujeres. Que ellas no sacudan los pies (para llamar la atención de los hombres con el ruido de las pulsera tobilleras o abalorios que llevan y) para mostrar parte de los adornos que ocultan. Y volveos todos a Al-lah en arrepentimiento, ¡oh, creyentes!, para que podáis triunfar (en esta vida y en la otra).
1- Como mirar a un hombre que no sea su esposo con deseoo mirar las partes del cuerpo de otra mujer comprendidas entre el ombligo y las rodillas o cualquier otra parte que pueda suponer una tentación, así como todo aquello que puede llevar a cometer un acto indecente.
2- Como los vestidos que sobresalgan por debajo de las prendas externas (o abayas) con las que cubren todo su cuerpo. Muchos exégetas opinan que los rostros y las manos pueden mostrarse si no están embellecidos ni representan ninguna tentación.
وَٱلۡقَوَٰعِدُ مِنَ ٱلنِّسَآءِ ٱلَّـٰتِي لَا يَرۡجُونَ نِكَاحٗا فَلَيۡسَ عَلَيۡهِنَّ جُنَاحٌ أَن يَضَعۡنَ ثِيَابَهُنَّ غَيۡرَ مُتَبَرِّجَٰتِۭ بِزِينَةٖۖ وَأَن يَسۡتَعۡفِفۡنَ خَيۡرٞ لَّهُنَّۗ وَٱللَّهُ سَمِيعٌ عَلِيمٞ
Y las mujeres que hayan alcanzado una avanzada edad y ya no sientan deseo de casarse (ni despierten en los hombres deseo alguno) no incurren en falta si relajan ligeramente sus vestimentas externas, siempre que no dejen de cubrir el cuerpo y no pretendan con ello mostrar algún atractivo. Mas si se cubren completamente con dichas prendas externas, es mejor para ellas. Y Al-lah oye y conoce todas las cosas.
يَـٰٓأَيُّهَا ٱلَّذِينَ ءَامَنُواْ لَا تَدۡخُلُواْ بُيُوتَ ٱلنَّبِيِّ إِلَّآ أَن يُؤۡذَنَ لَكُمۡ إِلَىٰ طَعَامٍ غَيۡرَ نَٰظِرِينَ إِنَىٰهُ وَلَٰكِنۡ إِذَا دُعِيتُمۡ فَٱدۡخُلُواْ فَإِذَا طَعِمۡتُمۡ فَٱنتَشِرُواْ وَلَا مُسۡتَـٔۡنِسِينَ لِحَدِيثٍۚ إِنَّ ذَٰلِكُمۡ كَانَ يُؤۡذِي ٱلنَّبِيَّ فَيَسۡتَحۡيِۦ مِنكُمۡۖ وَٱللَّهُ لَا يَسۡتَحۡيِۦ مِنَ ٱلۡحَقِّۚ وَإِذَا سَأَلۡتُمُوهُنَّ مَتَٰعٗا فَسۡـَٔلُوهُنَّ مِن وَرَآءِ حِجَابٖۚ ذَٰلِكُمۡ أَطۡهَرُ لِقُلُوبِكُمۡ وَقُلُوبِهِنَّۚ وَمَا كَانَ لَكُمۡ أَن تُؤۡذُواْ رَسُولَ ٱللَّهِ وَلَآ أَن تَنكِحُوٓاْ أَزۡوَٰجَهُۥ مِنۢ بَعۡدِهِۦٓ أَبَدًاۚ إِنَّ ذَٰلِكُمۡ كَانَ عِندَ ٱللَّهِ عَظِيمًا
¡Oh, creyentes!, no entréis en la casa del Profeta salvo si os ha invitado a comer, y no vayáis demasiado pronto, cuando aún se esté preparando la comida. Entrad cuando se os invite, y, después de comer, retiraos y no permanezcáis sentados para conversar. Tal comportamiento incomoda al Profeta, pero le da vergüenza decíroslo. Sin embargo, Al-lah no se avergüenza de la verdad. Y si solicitáis algo a sus esposas, hacedlo tras un velo (o cortina). Esto es más puro para vuestros corazones y para los suyos. No debéis importunar al Mensajero de Al-lah ni podréis casaros nunca con sus esposas en el futuro. Eso sería muy grave para Al-lah.
لَّا جُنَاحَ عَلَيۡهِنَّ فِيٓ ءَابَآئِهِنَّ وَلَآ أَبۡنَآئِهِنَّ وَلَآ إِخۡوَٰنِهِنَّ وَلَآ أَبۡنَآءِ إِخۡوَٰنِهِنَّ وَلَآ أَبۡنَآءِ أَخَوَٰتِهِنَّ وَلَا نِسَآئِهِنَّ وَلَا مَا مَلَكَتۡ أَيۡمَٰنُهُنَّۗ وَٱتَّقِينَ ٱللَّهَۚ إِنَّ ٱللَّهَ كَانَ عَلَىٰ كُلِّ شَيۡءٖ شَهِيدًا
(Las mujeres) no incurren en falta alguna (si no cubren su belleza) ante sus padres, ante sus hijos, ante sus hermanos, ante los hijos de sus hermanos y hermanas, ante las mujeres musulmanas y ante los esclavos. Y que teman a Al-lah; ciertamente, Al-lah es testigo de todas las cosas.
يَـٰٓأَيُّهَا ٱلنَّبِيُّ قُل لِّأَزۡوَٰجِكَ وَبَنَاتِكَ وَنِسَآءِ ٱلۡمُؤۡمِنِينَ يُدۡنِينَ عَلَيۡهِنَّ مِن جَلَٰبِيبِهِنَّۚ ذَٰلِكَ أَدۡنَىٰٓ أَن يُعۡرَفۡنَ فَلَا يُؤۡذَيۡنَۗ وَكَانَ ٱللَّهُ غَفُورٗا رَّحِيمٗا
¡Oh, Profeta!, di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran (todo el cuerpo) con sus prendas externas[1]. Esto es mejor para ellas, para que sean reconocidas como creyentes y no sean molestadas; y Al-lah es Indulgente y Misericordioso.
1- Salvo ante las personas mencionadas en la aleya 55 de esa sura y en la aleya 31 de la sura 24. Estas prendas externas (que en algunos lugares se denominan abaya y en otras yilbab) deben cubrir todo el cuerpo, de cabeza a los pies, con la posible excepción de la cara y las manos, según algunos exégetas.